miércoles, 22 de abril de 2015

Como sabréis la mayoría, el lunes sucedió un hecho muy desagradable en un instituto de Barcelona. Un compañero nuestro, una persona cuyo infortunio le hizo estar en el lugar y en el momento menos inoportuno, perdió la vida fruto de la sinrazón y de la crueldad extrema de un comportamiento sin precedentes.
Muchas veces se nos olvida que la vida no es un juego y hacemos cosas que pueden ser desagradables sin valorar las consecuencias. Seamos niños o adultos, maestros o alumnos, padres o abuelos; debemos de tener presente que vivir es un derecho y no se le debe de privar a nadie.
Desde nuestro colegio queremos dar ánimos a la familia de Abel, que de la noche a la mañana han sufrido una sacudida tan violenta en sus vidas.
Ójala esta situación solo sea una china en un mar de arena y dejemos a las vidas caminar porque nuestros destinos son tan esperanzadores que a nadie por ello, las ilusiones debemos quitar.

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